La palabra me suena distante en el tiempo, de lejano origen, como una industria agostada
Agostar (de agosto)
No diré que se trata de una palabra anacrónica (numerosas en el vocabulario tipográfico), pero con toda evidencia es una palabra vetusta, añosa. En mi mente, la palabra “tipografía” se asocia a tres recuerdos. Primero, una imagen visual, los tipos móviles. Hablo de la manipulación de monotipos pequeños, pesados, aceitosos. Tipos de plomo, ese veneno. Que parecen dormir pero se quejan ante el mínimo movimiento. Recuerdo también pequeños cajones de madera que eran pura potencia, con la lengua estallando en miles de signos. Como en un especiero, pero con olor acre. También se hacen presentes en la memoria la intimidad de la tinta, el brillo y la pegajosidad. todo concluye con el ruido monótono de la impresión plano contra plano, tímpano y platina en la minerva. El blanco del pliego, el gris metal del tipo, el negro de la letra reproducida…
Se llama tipografía a la actividad destinada al diseño y producción de tipos, materiales o digitales, incluyendo lo que técnicamente implica su consumación.
En esta definición, un tipógrafo es un diseñador o un aficionado al diseño de tipos. Pero por tipografía también se entiende al producto ya realizado, los tipos en sí, objetos que se comercializan, distribuyen y que los diseñadores gráficos usan en su oficio. Este es un significado cercano al de “fuente tipográfica”, expresión que resulta menos extendida por fuera del ejercicio profesional del diseño. La difusión de los ordenadores personales ha permitido el acceso del público al uso de tipografía. Algunos diseñadores lamentan la incompetencia que el común de las personas evidencian en el uso de la tipografía. Me pregunto qué tan competentes somos los diseñadores en este complejo universo de las letras y los espacios diseñados.
Finalmente, podemos considerar a la Tipografía como un dominio del saber, con su historia y tradiciones, que anteceden largamente a la historia del Diseño Gráfico. Se puede situar el inicio de lo que hoy conocemos por Tipografía (en esta definición) con la invención del tipo móvil. Esta tercera definición se diferencia de la primera en sus métodos y objeto: no se trata de la dimensión instrumental sino de la reflexión sobre la técnica, la historia y la práctica.
No hay una única definición posible del concepto «tipografía», incluye múltiples aspectos, prácticas, objetivos, métodos y fines. El diccionario de la RAE no es de gran ayuda al respecto.
Tipografía y significación son conceptos íntimamente ligados. la reflexión sobre tipografía no puede obviar el cruce con los problemas de la significación, que son complejos y múltiples.
Significación y significado no son sinónimos. La significación es un acontecimiento dinámico, arbitrario, necesario, político e ideológico. Significado es concepto, idea.
Todo signo es institucional. Los signos tipográficos no escapan a esta hipótesis. La pregunta es: ¿Cómo se institucionalizan, quiénes y cómo participan de esta acción?
Sentido y significado no coinciden, son categorías diferentes.
El contexto no un escenario del texto, independiente de él. Texto y contexto se indeterminan.
Las letras y tipos son signos continuos y discretos a la vez. Pero la letra dibujada, a diferencia de la impresa, siempre implica un principio de autorreferencia, como el que prevalece en las obras de arte.
FUENTE: La Tipografía como complejo de placer. (Carlos Carpintero)